Piko Zulueta
Llevo el veneno de la fotografía en las venas desde los 15 años y con el paso del tiempo he descubierto que no existe, ni existirá, antídoto que lo cure.
Lo que empezó como un descubrimiento o un juego, se ha convertido en mi pasión y por suerte también en mi trabajo. Soy profesor de fotografía y cada día me esfuerzo para transmitir mis conocimientos, pero sobre todo, para contagiar a los alumnos el veneno de la fotografía del cual no podrán desprenderse nunca.
Mi terapia personal consiste en fotografiar y desarrollar proyectos personales, muchos de ellos con cámaras oscuras fabricadas para la ocasión.